Este dolor comienza como una pequeña incomodidad que se convierte en dolor para realizar las actividades cotidianas como comer, cantar, abrir la boca....
Tiene múltiples causas. que pueden ser.
- Problemas al morder.
- Hábitos de tensión en la mandíbula como bruxismo, rechinar dental, comerse las uñas o uso excesivo de goma de mascar.
- Estrés.
- Dolor de dientes, recuperación tras una operación dental, gingivitis.
Te podemos ayudar:
- Masajea suavemente: al tiempo que abres y cierras lentamente la mandíbula, además así fortalecerás los músculos de la zona.
- Compresas: La aplicación de compresas tanto frías como calientes es uno de los métodos más comunes para aliviar el dolor. Se debe empapar una toalla en agua tibia y colocarla a ambos lados de la mandíbula para relajar la musculatura de la zona, incrementar la circulación y aliviar el dolor
- Manejo del estrés: éste puede provocar hábitos tensionantes para la mandíbula como el morderse las uñas o el rechinar los dientes. Incorpora técnicas de relajación y yoga o meditación, descansa lo suficiente y mantén una postura cervical adecuada.
- Alimentos blandos: Cuando se sufre de dolor de mandíbula se recomienda evitar alimentos duros y crujientes como nueces, vegetales crudos o panes duros. Elige sopas, purés, vegetales cocidos, yogurt, quesos blandos y alimentos líquidos. Por otro lado, incorpora vitamina A, C, calcio y magnesio a tu dieta y evita la cafeína, que tiende a tensar los músculos.
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